La Universidad Autónoma de Barcelona, está realizando una investigación denominada “Proyecto Tafonómico”, con la intención de conocer cual es el estado de conservación de los restos de un cuerpo enterrados según el tipo de tumba, utilizando los diferentes sistemas funerarios que se han realizado a lo largo de la historia. Sigue leyendo
Estamos hablando de Ötzi, el hombre de los hielos, descubierto en 1991 cerca de Hauslabjoch, en los Alpes de Ötztal situados en la frontera de Austria e Italia.
Los dos turistas alemanes, Helmut y Erika Simon, que lo encontraron pensaban que se trataba de un cadáver y fue rescatado por las autoridades austríacas y enviado a la universidad de Innsbruck, para datar la fecha a la que pertenecía. El equipo que realizó la datación se llevó una grata sorpresa, ya que la momia que tenían ante sí no era una persona de nuestra era sino un hombre que vivió hace unos 5300 años, procedente de la era del cobre europea (aproximadamente 3300 a.C.). Las condiciones medioambientales, que se dan en la zona, han provocado su momificación natural y a la vez su conservación hasta nuestros días.
Ötzi es el apodo que se le puso a la momia, ya que proviene de Ötztal (Valle de Ötz), aunque hay otros muchos nombres por los que se le conoce como Hombre de Similaun, Hombre de Hauslabjoch o el Hombre de los hielos.
Ötzi tenía 46años, medía 1.60 y pesaba 56 kilos, su pelo era castaño y ondulado, llevaba barba y sus ojos eran oscuros. También tenía varios tatuajes repartidos por el cuerpo. Estos descubrimientos no son solo detalles si no que ha sido posible reconstruir los últimos momentos de su vida: ¡Ötzi fue asesinado!, tiene una herida en la palma de la mano izquierda como de haberse protegido de una puñalada, de cuatro o cinco días antes de su muerte. Por lo que se cree que tuvo que huir de su poblado, montaña arriba hasta que se sintió seguro y se sentó a comer, hay constancia de que comió una hora antes de morir, después de analizar su estomago. Las causas de la muerte fueron el disparo de una flecha por detrás, aún tiene la punta dentro, provocándole una hemorragia, al caer al suelo se golpeó el parietal izquierdo, estas heridas mortales provocaron que muriera en pocos minutos. La salud de Ötzi era buena aunque tenía caries y los pulmones negros de respirar el humo de las hogueras.
Los enseres que llevaba Ötzi consigo eran un arco, flechas, un puñal en su funda, un hacha, calzado de piel, taparrabos, medias, un abrigo, un gorro y una capa hecha con hierbas.
Actualmente lo puedes visitar en el Museo de Arqueología del Tirol, podrás conocer su historia y ver sus pertenecías. Y conocer todos los detalles, que a través de la ciencia, se han descubierto sobre Ötzi.
Antes de la época de los romanos, entre el S. VII y I a.C., la Península Ibérica esta habitada por un pueblo denominado Íberos, que dejaron una rica cultura en nuestro país.
Como todos los pueblos prerrománicos, también tenían sus cultos y rituales funerarios, relacionados con la muerte y la forma de despedirse de sus seres queridos.
En el mundo Íbero los rituales funerarios están relacionados con la estructura social existente, es decir, el estudio de la necrópolis han mostrado que no todos los individuos tenían derecho a las prácticas funerarias.
Existían diferentes tipos de enterramientos:
– Enterramiento Primario: aquel en el que el cuerpo no registra ningún tipo de tratamiento post morten que altere su estructura.
– Enterramiento Secundario: aquel en el que el cuerpo del difunto se ha sometido a un tipo de tratamiento ritual específico, correspondiente a las cremaciones, este término es más adecuado que incineraciones ya que no se producía a la combustión total de los restos del cadáver.
Cave distinguir 2 tipos de Cremaciones:
–Cremación Primaria: correspondiente a los enterramientos en los que la pira en que se quemaba el cadáver se encontraba en el mismo lugar en el que posteriormente se enterraban los restos.
–Cremación Secundaria: en las que la combustión del cuerpo tenía lugar en un punto específico de la necrópolis y posteriormente se depositaban los restos en la tumba.
Una vez terminado todos los rituales de la cremación, los restos del difunto se introducían en el interior de una urna cineraria junto con objetivos de uso personal. El resto de los materiales que componían el ajuar funerario se depositaban alrededor o sobre la urna en el interior de la tumba.
Para finalizar el ritual de enterramientos reafirmaban los vínculos de relación entre el difunto y los integrantes de su grupo social con las divinidades mediante las prácticas del banquete funerario, se entiende como una ofrenda de alimentación a las divinidades, con una cremación de una parte de un animal sacrificado, el humo ha de salir por la bóveda celeste, siendo la divinidad, los deudos del difunto a través de la ingesta, y el difunto mediante la introducción de una parte de la víctima ofrendada en la tumba, participaban de la comunión que significaba el banquete. La libación se realizaban en un lugar específico en el que, una vez finalizada, se rompían los vasos cerámicos empleados.
Los muchos los motivos por los que un cementerio puede llegar a ser famoso y recibir muchas visitas, entre estos motivos podemos destacar su belleza arquitectónica y elementos decorativos que los rodean, también como ya hemos hablado anteriormente por las personalidades que allí descansan.
El cementerio de Presbítero Maestro, en Lima (Perú), se encuentra situado en la zona de Barrios Altos, en él se puede encontrar una exposición escultórica de estilo europeo del S.XIX. También se combinan obras neoclásicas con otras realistas o exuberantes. También puedes encontrar figuras paganas. Entre sus celebridades se encuentran 13 Virreyes que gobernaron Perú.
En Cienfuegos (Cuba) se encuentra el cementerio de la Reina (construido en 1836), aquí se encuentra la escultura de la bella durmiente, dedicada por parte de un empresario a su esposa.
El cementerio de la Chacarita en Buenos Aires, personas famosas como Carlos Gardel habitan sus tumbas. Hay que destacar sus esculturas, sobre todo la escena del Juicio Final del pórtico de la entrada.
Al sur de París encontrarás el cementerio de Montparnasse, podrás visitar tumbas de poetas, músicos, filósofos, escritores y artistas. En París existe otro cementerio muy concurrido el de Père-Lachaise, donde encontrarás también a muchas celebridades.
El cementerio Judío de Praga, que es una joya compartida entre el antiguo barrio judío y la Sinagoga. Se puede visitar su tumba más antigua de 1439 del poeta Avigdor Karo.
Existe un bonito anécdota del cementerio de Westminster en Baltimore (Estados Unidos), aunque en invierno se cubra todo el cementerio de nieve la tumba de Edgar Allan Poe, cada 19 de Enero (fecha de su cumpleaños) aparece con 3 rosas rojas y media botella de coñac.
El cementerio más grande de Turquía es el de Eyúp, allí se encuentra uno de los hombres de confianza del profeta. También existe una extensa colección de esculturas de turbantes para hombres, diademas para princesas y velos para mujeres.
El cementerio acatólico de los Poetas en Roma, lugar mágico por descubrir ya que contiene esculturas fascinantes, caminos complicados y llamativos mausoleos.
En Campus Training nos interesa las opiniones y comentarios de nuestros alumnos. Por ello, hemos colocado delante de una cámara a nuestros alumnos de la formación en Tanatoestética y Tanatopraxia para que cuenten sus sensaciones con respecto a lo que han aprendido.
La existencia de ataudes datan por lo menos del cuarto milenio antes de Cristo, existen escritos en el que se menciona que los sumarios amortajan a sus muertos metiéndolos en cestos de juncos trenzados.
En los textos que se conservan de la antigüedad se dice que la intención que se buscaba a la hora de usar estos cesto o ataudes era que el espíritu de los difuntos no volviera a perseguir a los vivos, y con el uso de los ataudes conseguían que quedasen encerrados.
Por esta razón el ataúd tiene su origen en relación con estos anitguos miedos, no valía con enterrar al muerto bajo tierra, si no que también lo encerraban en una caja para sentirse más seguros y se aseguraban de que no pudiera salir.
Pero muchos de estos pueblos antiguos no creían que esto fuera suficiente cubrían el ataúd con una pesadísima losa, que es el origen de la lápida que utilizamos actualmente.
Incluso otros pueblos como los de Europa del norte, decapitaban y amputaban los pies a los muertos, antes de meterlso en el ataúd y enterrarlos, porque creían que así no podrían perseguir a los vivos.
En nuesta sociedad se pueden encontrar muchos tipos diferentes de ataudes, aunque ya no se usan con la misma idea de evitar que el difunto vuelva a perseguir a los vivos, si que se busca que sea un sitio conformatble donde descansar durante la eternidad.
Os voy a contar la historia mitológica del antiguo Egipto relacionada con el Dios Osiris que representa el rey de la muerte.
Cuenta la leyenda que Nut, Diosa del cielo e hija de Ra, Dios del sol, se enamoró de Geb, Dios de la tierra. Al enterarse Ra de esto, prohibío a su hija Nut que tuviera hijos con Geb, para ello le echo una maldición en la que ningún día ya fuera de noche o de día, a los largo de los años pudiera concebir un hijo. Nut pidió ayuda al Thot, Dios de la sabiduría. Thot hizo una apuesta con Jonsu, Dios lunar, en la que apostaban conseguir horas de su luz. Thot ganó la apuesta por lo que consiguió 5 días, (por este motivo la luna crece y mengua, porque perdió horas de luz que ahora pertenecen a al Dios Thot).
A lo largo de la historia y alrededor del mundo, cuando muere una persona siempre se ha realizado algún tipo de ceremonia de tipo religioso. Este hecho junto con otro se podría considerar como un «universal cultural». Hoy en el blog hablaremos como daban el último adiós en el Imperio Romano.
Cuando la persona acaba de fallecer, se le cerraban los ojos y la boca y se le llamaba tres veces por su nombre. Acto seguido, los familiares lo arreglaban y vestían con las mejores galas para ser expuesto en el vestíbulo e la casa mortuoria. El entierro se hacía de noche,presidido por un maestro de ceremonia, músicos, plañideras (lloronas), los esclavos del difunto y los retratos de los antepasados. Esta procesión finalizaba posando el cuerpo en una pira, que era donde se incineraba al cadáver. Una vez finalizada la combustión, se colocaban las cenizas en el sepulcro de la familia.
Como podéis ver, en cierto modo se parece bastante a un funeral cristiano, de hecho, bebe mucho de la tradición romana y griega.
Hoy dejo a un lado los posts sobre el derecho funerario para dedicarle unas palabras a una serie de novelas del escritor Francisco Belmonte.
Sus libros «Memorias de un enterrador» narran las historias que le han ocurrido a lo largo de sus 20 años de profesión: enterrador. Lleva ya 4 tomos en los que habla de los casos más curiosos que le han marcado a lo largo de más de 15,000 muertes, según él.
Sin duda se trata de una novela fácil de leer en la que las historias que le han trasladado a lo largo de los años son las grandes protagonistas. Un «must» para los que les guste este mundillo.
En el capítulo de hoy hablaremos sobre el state of the art del mundo funerario empresarial. Para quien no lo sepa aún, el mercado funerario hasta 1997 era un monopolio del estado, en el que los tanatorios, crematorios y cementerios eran públicos. A partir de ese año se liberaliza el mercado y se permite la entrada de empresas privadas en el sector, pero con no pocas trabas, como que solo se puede trasladar a un fallecido una funeraria autorizada en el municipio donde se le va a enterrar o desde el que llega. A partir de 2011 se aplican nuevas medidas que favorecen la flexibilidad de los servicios funerarios con dos grandes medidas: la eliminación del plazo de 24 horas para enterrar a un fallecido y la posibilidad de que los familiares del finado puedan elegir la empresa que quieran; mientras que estos están obligados a ofrecer gratuítamente un presupuesto desglosado. Además, las compañías aseguradoras han de ofrecer la posibilidad de elegir entre dos o más posibilidades para abrir el abanico y promover la entrada de nuevos activos al mercado.
Estas medidas consiguen una mayor competencia en un mercado de unos 380,000 fallecidos al año, en los que un 60% tenían un seguro de vida. Esta posibilidad de poder escoger cualquier tanatorio de España amplía el mercado y prova una lucha de precios competitivos que repercute positivamente en el consumidor.
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